México.- En Barrón una comunidad de Guanajuato, la sociedad está consternada y el ambiente es de silencio y tristeza, tras el asesinato de cinco estudiantes y una mujer mayor por un grupo armado. 

Las cruces pintadas en la calle permanecen, al igual que las veladoras. Las escuelas permanecían cerradas, así como muchos negocios a pesar de que en los accesos a la comunidad rural pueden verse algunas patrullas.

Y aunque a sus pobladores les cuesta hablar con la prensa, quienes lo hacen concluyen en la desconfianza en la Fiscalía de Guanajuato, y en que de alguna manera y como sea deberá de hacerse justicia.

Para Don Victorio, esposo Juanita, de 65 años, que murió en el tiroteo, la gente debe de comenzar a armarse para defenderse, “como en EE.UU. o como en Michoacán”.

Refirió que su esposa había salido a misa, y fue “que Dios se la llevó”. Por eso, dijo, desea adquirir armas, para que, si los sicarios vuelven, pueda llevarse a algunos. Este miércoles la velaron sus 25 nietos y sus 12 hijos. Todos ellos tristes, decepcionados y furiosos.

Los padres de familia que perdieron a sus hijos coinciden en que nadie les había ayudado todavía con los gastos funerarios. A esto, los pobladores de Barrón temen el retorno de los asesinos.  

Nacido en la Ciudad de México tiene una trayectoria de 22 años como reportero en diversas fuentes informativas. Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional Autónoma de México.