Florida.- Tras la eminente aprobación de una ley antiinmigrante firmada ya por el gobernador Ron DeSantis, los trabajadores de la construcción y del campo aseguran que muchos empleados no se han presentado a trabajar por miedo a ser deportados con la nueva legislación que entrará en vigor el 01 de julio próximo.
De acuerdo a esa ley, las empresas podrían enfrentar una multa de 10 mil dólares por cada empleado indocumentado y el estado podría revocar su licencia comercial.
La ley también requiere que los hospitales recopilen e informen los costos de atención médica para las personas indocumentadas. Trabajadores de la construcción declararon a CBS dicen que tienen miedo del futuro.
“Muchos trabajadores se están yendo pensando que los van a deportar, así que se van a otros estados”, dice José, un empleado. “Todos están realmente inquietos… solo queremos trabajar para ayudar a nuestras familias”.
El proyecto de ley también toma medidas enérgicas contra la atención de la salud y dice que los hospitales deben informar el estado migratorio del paciente si están usando Medicare; ya que el gobernador dice que se destinan 226 millones para atender a inmigrantes indocumentados.